El fin de año llena las agendas de actividades. Pareciera que una consecuencia inevitable de todos esos compromisos y panoramas adicionales es dejarse llevar por la tentación de la comida y dulces navideños. Y si bien disfrutar de esas preparaciones no tiene nada de malo, el problema viene cuando sentimos que no podemos parar. O que simplemente no podemos negarnos cuando nos ofrecen algo incluso si no tenemos hambre o ganas de comer. Y si ya comí suficiente, ¿por qué no le puedo decir que no a los antojos en Navidad?
Todos sabemos que los antojos son difíciles de resistir. Pero hay factores que hacen de la época navideña y del fin de año un periodo especialmente complejo para quienes tienen una debilidad por los chocolates, las tortas, las galletas y todas las cosas ricas que acompañan estas celebraciones y nos hacen preguntarnos, ¿por qué no le puedo decir que no a los antojos en Navidad?
De acuerdo con un artículo publicado por Harvard School of Public Health el estrés, el sueño y el ejercicio son 3 factores que influyen en los antojos que tenemos de distintos tipos de alimentos. Con el fin de año y todas las actividades que se acumulan en esas últimas semanas las dos primeras variables mencionadas en el reporte aumentan considerablemente.
La misma publicación explica que muchas veces, asociamos ciertas circunstancias al acto de comer. Y estas actúan como un detonante de ese impulso o antojo. Eso es precisamente lo que suele suceder en las fiestas. Pasar tiempo con la familia al rededor de un árbol de navidad es un escenario que inevitablemente está asociado a alimentos como el pan de pascua, las galletas y los dulces.
Entonces, ¿por qué no le puedo decir que no a los antojos en Navidad? No por falta de fuerza de voluntad ni porque seamos adictos al pan de pascua. La respuesta es que existe una serie de factores que, si bien están presentes en otros momentos del año, durante las fiestas confluyen y hacen que sea más difícil mantenerse firme cuando hemos decidido que ya hemos comido suficiente.
Para mantener el equilibrio
La recomendación de los especialistas es hacer lo posible por alejarse de los alimentos ultra procesados. Estos generan desbalances hormonales y hacen que sea aún más difícil responder a las señales de hambre y saciedad. Además es importante limitar conductas como revisar constantemente redes sociales con contenido sobre comida y recetas. La estimulación visual también ayuda a incrementar esos antojos que queremos mantener a raya.
La clave para aprender a decir que no a los antojos en Navidad es mantener la calma, disfrutar y no alterarse cuando salimos de nuestras pautas de alimentación porque el daño real no está en ese postre extra o esa porción demás sino en cuando caemos en círculos viciosos de mala alimentación producto de la culpa.
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