Sin duda es una frase que todas hemos escuchado en algún momento… La famosa consigna sobre la “Belleza Real“. Y dentro de este contexto es tan importante destacar y enfatizar que el ideal de belleza no existe – si bien pueden haber algunos consensos o generalidades, la belleza es y seguirá siendo un tema absolutamente subjetivo – De ahí que hablar de “belleza real” o “mujeres reales” tal como algunas campañas y conocidas marcas lo han mencionado como estrategia publicitaria para promocionar sus productos es una completa aberración que contribuye a incentivar las diferencias más que a promover la diversidad.
Todos los cuerpos y las mujeres que los habitan son reales, en diferentes tallas, alturas, etnias y contexturas.
Alabamos la idea de que las mujeres con curvas o kilos de más son más reales que las que no las tienen, sin darnos cuenta de que lo que estamos haciendo no es más que sustituir un ideal por otro y seguir promoviendo estereotipos y etiquetas. Lo importante a destacar es que todas somos distintas y debiéramos celebrar esas diferencias.
Miles de nosotras, en algún momento de la vida por diversos motivos, nos hemos sentido mal con nuestro cuerpo. Y la verdad es que esto no se trata tanto del “cómo me veo”, sino que va un paso más allá … muchas veces está más relacionado al “cómo me siento” y lo confundimos con lo anterior.
Es tan, pero tan importante querernos y aceptarnos tal cual somos, lo cual no significa ni dejarnos estar o adoptar una actitud conformista o resignada respecto a uno misma, pero tampoco refiere a someternos a dietas estrictas u obsesivas y dejar de disfrutar la vida sacrificando todas las cosas que uno ama o disfruta. Como todo, siempre la clave está en el equilibrio.
Para mí por ejemplo jugar o estar con mis hijos, intentar dormir hasta más tarde los fines de semana, disfrutar de un rico postre, darme tiempo para mí ya sea haciendo deporte o disfrutando de un rico masaje o tomarme una copa de vino con mis amigas son actividades o gustos que me hacen feliz y me producen bienestar.
He visto con mis clientas muchísimos y cientos de cambios positivos que surgen del autocuidado, el cultivar el amor propio, el preocuparse y el respeto por uno misma. Y en ese contexto y desde mi perspectiva trabajar nuestra imagen personal se traduce en un cambio bi-direccional: De afuera hacia dentro y viceversa traduciéndose en un aumento de la satisfacción y bienestar.
No obstante, lamentablemente el panorama cultural no nos acompaña mucho por el tema de los estereotipos y las campañas publicitarias y también la industria de la moda tiene su parte de culpa. Se nos vende a las modelos de tallas grandes como la solución al problema, se habla de “inclusión”!! Que gran error!! Por fin las “mujeres reales” pueden verse representadas en la ropa, campañas de moda o pasarelas… Si bien es un gran paso a generar un concepto de imagen corporal más saludable de la mujer, no puede darse bajo el enfoque de algo “distinto” pasando por alto que TODAS somos mujeres y debiéramos ser tratadas como tales.
Es fundamental ampliar nuestra conciencia respecto al concepto de diversidad. Y para ello es necesario que la industria deje de asociar la belleza con tallas determinadas, o de encasillar a las mujeres en diversas categorías según su peso, altura o contextura. La forma de nuestro cuerpo no define nuestra feminidad o capacidad como mujer. Todas las formas de cuerpo y etnias merecen ser representadas en la moda y en los medios de comunicación, para ayudar a las niñas en todo el mundo a sentirse bien y seguras de sí mismas.
Todas tenemos nuestros complejos y no van a desaparecer de la noche a la mañana, pero si nos comprometemos a cuidar y amar nuestros cuerpos, a aceptar nuestras imperfecciones y a sacar a relucir lo mejor de uno sin duda se logra un mayor bienestar personal.
Los cánones de belleza son una impostura y debemos ser capaces de superarlos para conseguir esa armonía vital que nos permite disfrutar de nosotras mismas y de los demás.
La verdadera felicidad no se encuentra en una talla especifica de ropa. Céntrate en lo relevante y no pierdas la perspectiva de lo que realmente importa en esta vida.
Con mucho cariño.
María Paz