Una camiseta blanca puede ser absolutamente chic!
No hay nada más básico, útil y versátil que una camiseta blanca. Es un comodín capaz de ‘salvar’ cualquier combinación, fácilmente transformable del día a la noche, de casual a más formal, y de aburrido a chic. La clave para salirse de una tenida ‘plana’ son los accesorios, atreverse a mezclar texturas, capas y dar rienda suelta a la imaginación.
A veces los accesorios por más simples que sean sacan a un outfit de la categoría aburrida y lo transforman en algo un poco más interesante. Un collar (desde un choker, una colgante delicado o un maxi-collar) hace la diferencia. Un pañuelo, un kimono, o una bata son capas que aportan texturas a un outfit más plano, por ejemplo, si decides combinarlo con jeans. Otros accesorios como un cinturón ayudará a marcar tu cintura, o llevar zapatos de un color vibrante para un toque llamativo.
“Aquí la idea es dejar que nuestra camiseta blanca sea un “lienzo” el cual iremos “pintando” con diversos accesorios o prendas más entretenidas”
Con faldas queda ideal para el verano, o debajo de vestidos y enteritos para las nostálgicas noventeras. No hay combinaciones prohibidas. ¡Al contrario! Te invito a jugar y salir de tu zona de confort. No tienes que volverte excéntrica, sino buscar ese valor agregado que hace una tenida especial.
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¿Para la oficina se puede? ¡Claro! Con pantalones de tela, en una tenida tipo traje, o con una falda larga son buenas alternativas. Si tu trabajo es más relajado también podrías llevarla con un jeans, intentando que este sea azul oscuro o negro, y más bien clásico.
Te invito a que busques este post en el Fanpage de Effortless Chic y resuelvas todas tus dudas o me comentes cómo usas tú tu camiseta blanca.