No cabe duda que ser mamá es sin duda una de las bendiciones más grandes que la vida te puede dar. Todas las que han experimentado el “ser madres”, pueden entenderlo, pero también todas las que somos “hijas” también empalizamos con ello ya que de cierta forma podemos ver la entrega y el cariño incondicional que tienen las mamás o quienes cumplen ese rol.
No obstante este sentimiento maravilloso y de mucha gratitud, también se ve acompañado en ocasiones con una “postergación”. Y cuando hablo de postergación, me refiero a dejarnos inevitablemente de lado en pro de nuestros hijos, nuestra familia y por supuesto nuestra imagen personal algunas veces se resiente y queda en segundo lugar.
Hoy tengo la fortuna de ser mamá y de tener muchas clientas mamás, algunas de ellas tienen trabajos demandantes lo cual las lleva al conflicto típico de conciliar el mundo laboral, personal y familiar y otras de ellas son mamá full time – rol para nada menor – pero que de cierta forma al no tener el compromiso “formal del trabajo” el cual requiere y tiene ciertos códigos de vestuario que implican una preocupación especial, muchas veces se sienten algo confundidas con su imagen personal ya que no saben cómo vestir o sacarse partido si pasan gran parte del día en función de la casa y los niños… Lo que sí puedo decir que “la falta de tiempo” es hoy una constante, algo así como un “mal colectivo” que enfrentamos las mamás de este siglo y por tanto un look versátil y cómodo se vuelve en algo clave al momento de vestirnos.
De ahí que vestirse se convierte en una tarea nada de fácil que termina muchas veces en decisiones prácticas que no te convencen del todo ni te representan, pero que cumplen con el cometido de no renunciar a la comodidad, asumiendo de manera resignada este nuevo estilo y recordando con nostalgia nuestros años de soltería o simplemente sin hijos donde nos permitíamos sacarnos más partido o poníamos más énfasis en el vestuario.
De ahí que esta nota nace como un regalo para todas las mamás, para que podamos re-encontarnos en el vestuario y así re-encantarnos con nosotras mismas y nuestra feminidad. Olvídate del peso o la talla… Todos estos looks se adaptan perfectamente a los distintos tipos de cuerpo. La clave es en encontrar los cortes adecuados de acuerdo a nuestra tipología. – Revisa el Post “Imperdible: Los mejores tips para vestir según tu tipo de cuerpo”.
Mamás: La guía definitiva para lucir cómodas pero con estilo.
– Faldas largas –
Altamente recomendadas. Funcionan perfecto para más de una estación: verano, primavera, otoño… Se pueden usar con botas, botines, zapatillas o sandalias. A su vez, dependiendo de su materialidad se puede combinar con un top liviano o si ésta es más gruesa con un sweater de punto otoñal. Son absolutamente cómodas y si se usan con básicos y complementos como ciertos accesorios, sin mucho esfuerzo tendrás un outfit total. La clave: Largo bajo el tobillo o a ras del suelo, no ajustada en la parte de los muslos, pero tampoco una “carpa” XL que dé la sensación que se esconde mucho bajo la tela.
Lista para un casual wear que derrocha estilo, confianza y comodidad.
También puedes optar por una de un tejido más grueso y abrigado, compleméntala con botines y una cartera entretenida, tendrás un look ideal para el otoño.
– Los complementos –
Muchas veces el look es muy simple, armado a punta de básicos, de colores neutros. sólidos. Pero lo que lo corona como un outfit estiloso son los accesorios: Sombreros, gorros, foulards o pañuelos, carteras con carácter, zapatos, collares, anteojos, aros, etc.
Éstos sí marcan una diferencia, hacen el giro de un look “aburrido” a uno cargado de estilo y onda, por supuesto sin comprometer comodidad. Y es que la magia de éstos complementos no entorpece lo cómodo y fluido de la ropa, simplemente son detalles que hacen toda la diferencia.
Es importante sean de buenos materiales y calidad, ya que serán “el” detalle de tu look y el foco de atención irá inevitablemente hacia éstos. Por tanto deja fuera – y de manera definitiva – todos tus accesorios que ya se encuentran en mal estado.
Aquí algunos outfit de inspiración!
– La dupla ganadora leggings + sweater oversized –
No falla, es un look sentador, relajado y cómodo. Para no caer en un look que se vea muy casero hay que procurar elegir un chaleco o sweater que sea de buen corte y calidad, con algún sello único, ya sea en su color o materialidad, de lo contrario puede verse como un look del “día domingo en la casa”.
Si mezclas unos leggings de cuero (o símil) con un chaleco grande de lana, baby alpaca o cashmere, tendrás un outfit 100% estilo y comodidad.
– Zapatillas y Ballerinas –
Son fundamentales! Las que proponemos no son las mismas con que vas al gimnasio o haces deporte, sino unas más sobrias, blancas, negras, o tipo “converse”. Son zapatillas urbanas. Su look comenzó siendo sólo transitorio, para cuando las neoyorkers caminaban a sus trabajos, luego se ponían los tacos al llegar. Bueno, ahora los tacos se quedan en casa y esta nueva modalidad de uso está en su minuto más In. El color it?: Blanco puro.
Algunos modelos para recomendar? Las Nike Cortez o Max Air, Adidas Gazelle o las de Le Coq “Bird of Paradise”, fantásticas y chic a más no poder.
A su vez las ballerinas son nuestras grandes aliadas. Son sin duda el zapato que te permitirá andar cómoda y con un look genial. Hoy existen modelos que tienen un pequeño pero “sentador” taco de 4 centímetros que te permite verte más estilizada sin sacrificar la comodidad. Mis favoritas absolutas son de Pretty Ballerinas.
– Los Maxi Dresses, sí, sí y sí –
En esta época más fría son ideales los vestidos largos, o medios de manga larga. Reemplaza tu LBD (Little Black Dress) por un MBD (Maxi Black Dress). No necesariamente debe ser en negro, pero es innegable que este color es sobrio, sencillo y va con todo. Otra excelente opción es optar por las rayas, en blanco y negro o blanco y azul, son atemporales y perfectas para un outfit casual y chic. Una paleta de color más bien neutra funciona genial (gris, beige, marengo, verde militar, azul petróleo, café, etc).
Un cinturón puede ser un buen complemento para esta prenda, pero ojo que sólo si no tienes el abdomen abultado. Si quieres disimular esa zona mejor opta por un vestido un poco más holgado de corte imperio (bajo el busto) tal como los de inspiración hippie chic o folk.
Puedes complementarlo con una camisa de jeans abierta, una chaqueta o un cardigan. Dónde? En algodón pima en Paula Cahen D’Anvers.
– Pantalones Flare o Bootcut –
Me encanta esta onda bohemia setentera, además que muy por el contrario de lo que la mayoría cree, esta tendencia de pantalones acampanados sí es sentadora para la mayoría de cuerpos.
Hay que potenciar este tipo de pantalones con botines con taco, tus piernas se verán kilométricas y la figura más estilizada, además que su terminación más ancha permite esconderlos, entonces puedes crecer centímetros sin que se note demasiado. Si tus piernas son más gruesas ideales en colores oscuros y si es en denim que no tengan zonas desgastadas, sino que sean lisos. Su tiro alto es muy cómodo y contiene bien la zona del abdomen. Ideales!
