El verano cada vez está más cerca… Y si bien para algunas es sinónimo de vacaciones, playa, sol y descanso, para otras es TRABAJO… Para empeorar aún más la situación, las vitrinas de las tiendas parecieran enfatizar que estos meses son sólo de veraneo y las propuestas por tanto se inclinan hacia looks más estivales con mucho light denim, mini shorts, encajes, broderies, estampados, gasas… Todos increíbles, pero atuendos no adecuados para la oficina.
De ahí que me animé a hacer este post ya que varias clientas mías que trabajan durante estos meses se veían algo “complicadas” a la hora de refrescar su armario esta temporada ya que la mayoría de las colecciones estaban muy orientadas hacia prendas y tenidas más “vacacionales” y sólo el clásico traje negro compuesto de chaqueta y pantalón, surgía como la propuesta segura para el día a día en el trabajo u oficina.
Qué prendas deben haber en el armario de verano de una “working girl”?
Aquí te dejo las claves:
– La camisa blanca: Es el básico de básicos en cuestiones de vestuario en la oficina. Las hay en distintas versiones; ceñidas al cuerpo, oversized, camisera, sin cuello, etc. Sin duda es siempre una opción acertada. Si tu oficina es más casual los viernes, los jeans con una blusa blanca son una súper opción. Eso sí olvídate de los boyfriend o ripped jeans (hoyos, rasgados).
– Atención a la lencería. Porque en verano los tejidos suelen ser más transparentes, cómprate un sostén en tono blanco o nude para las blusas y uno sin tirantes para tops strapless. Hoy hay sostenes que tienen detalles muy lindos y delicados en sus breteles o espalda que permiten mostrarlos, no obstante en la oficina JAMÁS!
– El poder de una cartera de mano. Todo parece más serio con una cartera de mano. ¿Dudas sobre si ese vestido estampado es apto para la oficina? Prueba a añadirle una cartera de mano de tamaño de un cuaderno y ya se verá acertado.
– Elige tejidos ligeros. Suena obvio, pero es importante enfatizarlo. Ya que no puedes reducir las dimensiones de la ropa, reduce su grosor para evitar que la jornada de trabajo se convierta en una pesadilla.
– Atención a los pies. Si trabajas en un lugar en el que se permite el uso de sandalias, no vayas a trabajar sin una buena pedicura. Los pies son absolutamente femeninos y deben estar bien cuidados siempre.
– La oficina no es lugar para disfrutar de tu armario de tiempo libre. No es el momento de llevar mini shorts, camisetas de algodón estampadas ni flip flops. Por supuesto que ciertas prendas de verano sí puedes utilizarlas, pero con esto me refiero a los básicos; vestido negro con un estampado geométrico, falda monocromática, los “enteritos” surgen como una buena opción, pantalones capri, entre otros.
– Toma confianza con el largo midi. Además de acertado, es muy fácil de llevar y compatible con las sandalias planas.
– Necesitas un par de blazers. Para las reuniones dentro y fuera de la oficina y para mantenerte a salvo de los resfriados por el aire acondicionado. Elige uno en blanco o crema, y otro en azul marino. Siempre visten cualquier look!
– Nada más sencillo que el look monocromático. No te complicas con combinaciones de color ni estampados y, además, es una de las tendencias del verano. Mejor aún si es blanco, uno de los colores más elegantes y frescos.
– Apúntate al pantalón palazzo. Anchos y en tejidos fluidos, son cómodos, superan la prueba del calor y suponen un soplo de aire fresco en tu armario. Además para las más bajitas, si son de talle a la cintura y con tacos harán tus piernas interminables.
– Disfruta de las ventajas de un vestido camisero. Te lo pondrás cada vez que no sepas qué ponerte.
Armario de trabajo no es sinónimo de aburrido. A todas nos gustaría más dedicar nuestros días a las tendencias del verano, pero no todas están reñidas con el código de la oficina.