Hoy más que nunca me atrevo a afirmar que las chilenas han adoptado una posición de mayor preocupación hacia la imagen externa. Desde el auge de la cirugía plástica, los nuevos rellenos faciales o el extenso mundo del cuidado personal – donde hoy tenemos una variedad y surtido único en comparación con otros mercados – dejan en evidencia que sí hay un interés por la imagen personal.
No obstante, pese lo anterior no deja de sorprenderme el recelo que se tiene algunas veces cuando se trata de vestir bien. Y atención, con esto no me estoy refiriendo a vestir de la manera “adecuada” – no caigamos en un plano tan subjetivo – sino que a dar un salto en cuanto a estilo incorporando “el nuevo chic”, ese que se aleja de los looks irreales y “lindos para la foto”, sino que incorpora elementos más sofisticados, clásicos y atemporales de manera natural y en línea con nuestro look y estilo.
A diferencia de las mujeres francesas, italianas o inclusive las brasileras, las chilenas solemos escudarnos en la mal entendida “comodidad” como la excusa perfecta para seguir en nuestra zona de confort y así eliminar tajantemente de nuestro vestuario cualquier pieza que apele más a la estética y también a la feminidad. Basta ya de justificarnos con la comodidad absolutamente para todo y por favor tomemos ventaja de las múltiples alternativas que tenemos con el vestuario de lucir fabulosas y únicas.
Yo al igual que muchas de ustedes no podría caminar con tacos aguja, de hecho me sentiría disfrazada si los incorporaría a mi día a día ya que tiendo a ser mucho más casual en mi vestir, sin embargo que esto no sea la escapatoria prefecta para no usar nunca tacos o resguardarse siempre en las zapatillas.
Ahora es el momento de reivindicarnos y sí, darle una segunda oportunidad a todo aquello en vestuario que etiquetamos con un “no” rotundo y que de seguro puede ser un gran aporte a tu look. Aquí lo único que se necesita es voluntad; voluntad de atreverse, voluntad de decirle sí al cambio y de abrir nuestra mente a nuevas propuestas que sin duda pueden sacar en ti un nuevo lado a relucir, con mayor confianza y seguridad que conlleva el vestir un buen outfit.
La invitación es a dejar de lado ese complejo de confortabilidad extrema que abunda tanto por los múltiples roles que ejercemos en el día a día para descubrir lo distinto que puede ser el llevar hasta un simple blazer de buena confección que seguro te hará sentir más chic que nunca.
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