Por lo general mi relación con las marcas de cuidado personal siempre ha sido desde los beneficios y la tecnología aplicada en la creación de los productos. Soy extremadamente cuidadosa a la hora de ponerme algo sobre mi piel, me gusta informarme de los componentes y me preocupo mucho que las formulaciones sean de absoluta calidad. Quiero que mi imagen refleje lo vital y plena que me siento, y no es un tema de edad, sino de sentirse bien con uno misma y transmitir ese mensaje al resto.
Estée Lauder es una de esas marcas que desde hace años me ha cautivado también desde otra perspectiva. Firma de la cual tengo los mejores recuerdos de mi infancia y ha estado presente en las etapas más importantes de mi vida.
Mis recuerdos y experiencias relacionados a esta marca comienzan desde muy pequeña. Imposible olvidar cuando debo haber tenido no más de 10 años y acudía al velador de mi abuelita Clara en búsqueda de una caluga o chocolate y me encontraba en ese entonces con cremas de tratamiento de la firma, o bien, ya más grande cuando en mis “rebeldes” 15 años asaltaba el baño de mi mamá y me deleitaba con su cosmetiquero repleto de todos los productos de maquillaje, perfumes y tratamiento de mis sueños, donde Estée Lauder por supuesto estaba presente. El clásico azul y dorado de sus presentaciones, sus maravillosas texturas y exquisitos aromas se hicieron una constante para mí. Y hoy el legado se trasmite a mi hijita quien ya a sus cortos 2 años se divierte “imitando a mamá” y jugando con mis productos.
Actualmente a mis 31 años, me atrevo a decir que he probado varias líneas y marcas de cuidado personal. Reconozco que hay muchas que son espectaculares. No obstante cuando una marca ha sido parte de tu vida y te vincula con las personas que más quieres en este mundo, es imposible no sentir un afecto y conexión especial. Y ese es mi caso con Estée Lauder, donde he encontrado una marca que lleva años en el mercado, con tecnología de primera en cada uno de sus productos y que es la combinación perfecta para mí entre legado, tradición y modernidad.
Hoy quiero compartir con ustedes una gran alegría de la cual me siento tremendamente honrada de ser parte… Y es darle la bienvenida a Estée Lauder, oficialmente a Effortless Chic. Estoy muy orgullosa y feliz de poder relacionarme con una marca tan increíble que tanto a mí como a muchas mujeres nos inspira día a día.
A través de una alianza exclusiva estaré compartiendo con ustedes mi mundo Estée Lauder a través de la sección My Estée Life donde podrán conocer primero que todas los nuevos lanzamientos, mi visión y reviews y experiencias con los productos y todo aquello que me inspira y me relaciona con esta espectacular marca.
Espero que disfruten esta nueva sección donde son todas bienvenidas!
Crédito fotografías Amaía Diez.