Utiliza las ventajas de la luz y la sombra con la Técnica del Número 3.
Los polvos bronceadores es uno de los pocos productos que en solo segundos nos pueden cambiar totalmente el aspecto de la cara. Usados de manera correcta y cuando el tono es el indicado nos dan la impresión de una piel más saludable al brindarnos un color lindo y natural como si nuestra piel estuviera “besada” naturalmente por el sol. Además son imprescindibles en el verano, ya que nos permiten presumir de una piel bronceada sin los riesgos que conlleva los rayos UVA y UVB.
En invierno también podemos ocuparlos! En algunas ocasiones es preferible escoger 1 ó 2 tonos más suaves que el color que acostumbramos a usar en verano dado que la piel está más blanca y por supuesto no estamos bronceadas. Recuerden que siempre la clave con estos polvos es lograr una apariencia lo más natural posible, de lo contrario el efecto es absolutamente poco favorecedor. Lee el post – “Adiós a la palidez del invierno” – con tips y mayor información.
Asimismo, siempre se deben aplicar sobre la piel muy bien hidratada, después de la base de maquillaje. De esta forma nos aseguramos que los polvos no se “craquelarán”, es decir se “cortarán” o en palabras simples acumularan en las líneas de expresión lo cual no es para nada favorecedor. Tienen muchas veces la función de matificar, por lo que además fijan el maquillaje y eliminan los indeseados brillos.
Uno de mis productos favoritos sin duda es sin duda el BRONZE GODDESS POWDER BRONZER de Estée Lauder. Yo naturalmente tengo la piel mate, soy más bien moren, por lo que no busco tanto agregar “más color”. No obstante este polvo me da un tono mucho más lindo, saludable y se funde perfecto con la piel. Lo mejor de todo es que se ve muy natural – algo para mí fundamental -. Está disponible en 3 tonos: Light – Medium – Deep. Yo utilizo medium. El tono deep lo recomiendo sólo para mujeres muy morenas que vivan en climas cálidos o especialmente para el verano ya que es muy oscuro. El light me parece muy apropiado para todas ya que no es para nada claro (Ver imagen 2 con cada uno de los tonos) tiene algo más “gold” que gusta mucho y que por lo general queda muy lindo en los tonos de piel más beige.
Una de las técnicas que me encanta para aplicar los polvos, sobre todo en invierno es la conocida Técnica del 3, la cual la recomiendan muchos maquilladores y make up aritist.
Técnica del 3 – Paso a Paso
El primer paso es tomar el polvo bronceador y con ayuda de una brocha mediana gruesa imagina que dibujas, con movimientos circulares, un número tres desde la línea del crecimiento de la frente hacia los pómulos, y terminando en la mandíbula. Esto le dará calidez a tu rostro y sin duda alguna te ayudará a perfilarlo, porque la tonalidad oscura logra un efecto visual de profundidad donde lo apliques, aparentando que tus mejillas son menos carnosas y tus pómulos más definidos. Es ideal para las caritas más redondeadas o para esculpir más los pómulos.
La clave es difuminar bien los polvos en los contornos laterales del rostro para que no se vea falso. No se debe notar que hicimos un 3 por ningún motivo!!!
Finalizar con un “brochazo” en la nariz con el excedente de producto ayuda a lograr aún una apariencia más natural y si queremos en la pera también es bienvenido.
Recuerda que los polvos bronceantes NO deben aplicarse de manera pareja por sobre toda la cara. El resultado será demasiado artificial y además vamos a provocar un contraste muy evidente entre la cara y el cuello – ese horrible “efecto máscara” que siempre debemos evitar-. De ahí que la clave sea aplicarlos sólo en aquellas partes donde le sol de manera natural nos broncearía: Nariz, Frente y Pómulos. La técnica del 3 es una manera fácil y simple para las que no somos maquilladoras de “irnos a la segura” y lograr una aplicación uniforme y natural.
Espero que disfruten este consejo y empiece a llevarlo a la práctica!
Muy buena semana para todas.
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