Te has preguntado qué es lo que buscas con tu base de maquillaje? Prefieres una base líquida o una compacta? Quieres corregir el tono e imperfecciones a la vez o buscas un efecto más translúcido y natural? Te gusta un acabado satinado o prefieres el efecto piel mate y sin brillo? … Son muchas las preguntas y es fácil perderse entre las múltiples opciones y alternativas que encontramos en el mercado.
Una marca que conoce perfectamente lo anterior es Clinique quien tiene múltiples alternativas para los distintos tipos y necesidades de cada piel.
Su línea de bases de maquillaje es absolutamente completa. Cada una de sus “Soluciones Dermatológicas” posee un beneficio específico de acuerdo a tus necesidades y a lo que andas buscando: Humectación, Balance para piel mixta, Sensación natural y ligera, corrección del tono disparejo de la piel, reducir el enrojecimiento, iluminar, entre muchos otros.
La pregunta clave antes de comenzar siempre es el formato: Bases líquidas o compactas?
Yo personalmente prefiero la base líquida ya que te da un look translúcido, fresco, cubre bien las imperfecciones y es perfecta para salir de casa a las 8:00 am. No obstante hay muchas mujeres que prefieren las bases compactas en polvo para controlar el brillo, pero olvidan que también hay alternativas líquidas libre de aceite y efecto mate. Yo recomiendo la base compacta o en polvo para retoques a lo largo del día y para llevar en el bolso.
Un tip práctico: Si quieres subir el tono de tu piel (o lucir más bronceada) hazlo con los polvos bronceadores, pero jamás con la base. Me atrevo a decir que este es un error común de muchas de mis clientas, que buscan un look más tostado, pero con la base, lo cual es un gran error! Agrega años y te da ese indeseable efecto “máscara”. La clave es que la base debe ser siempre del mismo tono de tu piel y para eso probarla en el cuello y a la luz del día es la mejor opción.
Manos a la obra!