No hay nada mejor que ese look luminoso que te da un lindo bronceado. No hablo de esas pieles que parecen carbonizadas por el sol ya que lucen realmente poco sanas, sino que hablo de ese bronceado que deja la piel color caramelo y de inmediato cambia el aspecto.
Yo reconozco que me encanta el sol, pero soy muy consciente a la hora de estar bajo él. Tengo la suerte de ser de piel mate natural, por lo que me bronceo rápido y con facilidad, no obstante me gusta mucho cuidar mi piel y he encontrado en los autobronceantes una solución eficaz y efectiva.
La línea de autobronceantes de Estée Lauder Bronze Goddess, es sin duda una excelente solución para las amantes de un look tostado natural. Yo siempre prefiero aplicarlo en mi cuerpo, ya que en la cara si quiero verme más bronceada lo que hago es subirle un tono a mi base y complementar con polvos bronceadores, por lo que compré la versión para cuerpo llamada Bronze Goddess Revelation tinted self-tanning que es una loción en gel especialmente para el cuerpo.
Al ser muy liviana se distribuye rápidamente y tiene un lindo color bronce, lo cual es muy bueno ya que sabes bien donde lo estás aplicando. Lo mejor de todo es que no mancha la ropa y tiene un olor muy agradable a diferencia de otros autobronceantes que pueden tener un aroma un poco fuerte. De inmediato deja un lindo velo bronceado, luminoso y duradero que es simplemente espectacular.
Recomendaciones: Exfolia sí o sí la piel antes de su aplicación para tener un resultado parejo y natural. Aplica una cantidad suficiente y distribúyela de forma pareja por todo el cuerpo. El secreto de evitar las manchas es lograr una aplicación pareja. La mejor forma? Que sea cómoda, como si te estuvieras poniendo una crema hidratante común. Al terminar, deja que seque unos minutos y de ahí vístete para evitar marcas.