Se trata de un flequillo largo, abierto y muy despuntado. La alternativa perfecta para quienes quieren entusiasmarse lentamente con esta tendencia.
La clave a la hora de elegir un flequillo está en saber adaptarlo al rostro. De ahí que las caras más redondas o muy angulosas debieran optar por una versión muy ligera y de lado, mientras que rostros más ovalados y alargados pueden jugar con alternativas más tupidas.
En general, podemos afirmar que los flequillos son más indicados para facciones que no sean tan pequeñas y más bien armónicas, y que los rostros ovalados admiten cualquier estilo.
Largos, despuntados y con mucho movimiento. Son idóneos para rostros alargados y frentes anchas, y la mejor opción para cabellos finos o con poco volumen.
Este tipo de flequillo que marca un estilo boho y romántico, es idóneo para rostros alargados y algo más cuadrados porque redondea y suaviza las facciones. Nos encanta el flequillo de Alexa Chung. Consigue un look bohemio que evoca el más puro estilo setentero.
Por otro lado el flequillo largo y tupido, son ideales para caras alargadas, ya que visualmente acorta el rostro y hace que sea más ovalado. Conseguiremos el efecto deseado cortando un flequillo tupido, en función del volumen del pelo. ¿El largo idóneo? Para un rostro alargado el más favorecedor suele ser a la altura de las cejas.