Si bien es cierto que los jeans en color azul suelen ser los grandes protagonistas de nuestro armario durante todo el año, especialmente por su versatilidad y capacidad de combinarlos con casi cualquier prenda, no podemos negar que con la llegada del verano, nos invade una necesidad de frescura y ligereza que nos lleva a incorporar más colores claros, y entre ellos, el blanco se convierte en una de las opciones más deseadas.
El blanco no solo refleja la luminosidad de la temporada, sino que también aporta una sensación de frescura y sofisticación, dándole a nuestros looks un toque de elegancia relajada y atemporal. Es el momento perfecto para dejar que el color blanco se apodere de nuestras prendas, creando combinaciones ligeras y modernas que nos hagan sentir cómodas, frescas y llenas de energía.
Si bien los jeans en blanco los podemos usar todo el año, con los días de calor buscamos colores que sean frescos y que reflejen la luz, siendo el blanco el tono por excelencia.
Las combinaciones son infinitas: Al ser un tono neutro puede usarse con cualquier color e incluso con tonos en blanco para lograr un look total white.
Una dupla que me ha encantado por siempre es el binomio rayas + pantalones blancos. Atemporal y muy chic.
Por otro lado junto a blusas o camisas se convierte en una súper opción para ir a trabajar u ocasiones que requieren más formalidad.
Podemos hacer aquí que los zapatos sean los protagonistas. Unos lindos tacos de inmediato elevarán el look.
Ahora si buscamos total comodidad y relajo absoluto unas sandalias planas son el complemento ideal.
Finalmente, un consejo simple pero fundamental: elige ropa interior en tonos nude. Esto asegurará que no se marque ni sea visible a través de tu ropa, logrando un look más pulido y discreto. Este pequeño detalle es clave, especialmente si la tela de la prenda es muy delgada o ajustada. Prestar atención a este aspecto te permitirá mantener una apariencia impecable y sentirte segura durante todo el día.