Puede parecer trivial, pero es paso fundamental en cualquiera de mis servicios como Asesora de Imagen. La postura corporal lo es todo. Sí, puede parecer exagerado, pero de verdad lo es.
Imagínate lo siguiente… Tú vestida con un vestido absolutamente exquisito y elegante, con un peinado y maquillaje perfectos y accesorios de alto impacto. A simple vista pareciera que no te falta nada, no obstante si tu postura corporal no es la correcta, te puedo asegurar que todo tu look pasará a un segundo plano y sólo destacará lo mal de tu posición corporal. Por tanto, no sacas nada si no tomas consciencia real de tu postura. Un ejercicio que no falla es cuando a solas nos probamos un bikini o conjunto de ropa interior en un vestidor. Por lo general nos paramos más derechas, erguimos los hombros y levantamos la cabeza, queremos con ansias que luzca bien. Como resultado, de inmediato la “panza” pareciera disminuir. No fue por magia, fue sólo por pararnos de la manera correcta y además sentiremos menos dolores en hombros, cuello y en general en la sección lumbar.
Y dado que me es imposible separar todo esto de la psicología, para la alegría de ustedes los beneficios no son sólo a nivel físico, sino también emocionales. Tendemos a atribuir atributos positivos a las personas que caminan derechas y tienen un buen control de su postura, generan mayor confianza y transmiten mayor seguridad y ojo que la transformación también es interna. De inmediato cuando caminamos con una mejor postura nos sentimos mejor; más seguras y extrovertidas.
Así que antes de pensar en cambiar todo tu closet o salir en búsqueda de esa chaqueta que viste en tu tienda favorita, preocúpate de cómo andas parada ante la vida y qué mensajes estás transmitiendo… De ahí recién puedes empezar a lucir tus tenidas favoritas. No te olvides que tu postura corporal es lo primero que los demás ven de ti.
Aquí te dejo unos simples tips de tus mejores posturas para cuando estés de pie o sentada:
– De pie, con los pies separados a la altura de los hombros y brazos cruzados: Denotan autoridad, intimidación, confrontación y dominio.
– De pie, con pies juntos y manos unidas: Baja energía, perfeccionista, nada emprendedora, pasiva-agresiva.
– De pie, pies separados y manos atrás: Educadamente autoritaria, pasiva, contenida.
– Sentada piernas cruzadas, brazos sueltos: Relajada y confianza.
– Sentada al filo del asiento: Baja autoestima, remordimiento, desea irse.
– Cuerpo apartado y piernas cruzadas: Precavida y desconectada de las personas.
– Recargada hacia atrás del asiento, con piernas y brazos cruzados: A la defensiva, baja autoestima, timidez, teme al enfrentamiento.
– Sentarse sobre la pierna: Inmadurez y espontaneidad.
– Sentada con las rodillas muy separadas: Postura masculina, competitivo y arrogante.