Las invito a leer mi última columna para Revista Caras donde hablo de la importancia de los primeros 5 segundos – sí, 5 segundos – que tenemos para causar una “buena impresión”. A través de fáciles consejos, la idea es que todas podamos aplicarlos y llevarlos a cabo en las distintas situaciones de la vida cotidiana.
A su vez está disponible el audio de mi conversación del día de ayer con Renata Ruiz en Rock & Pop donde conversamos sobre este tema y compartimos algunas inquietudes. Para escuchar nuestra conversación, sólo haz click aquí.
Una buena primera impresión
Muchas veces la importancia de causar una buena impresión se refiere sólo al plano laboral o de los negocios, no obstante aplicar esto al plano personal es igual de relevante. Lo anterior habla de cierto tipo de consistencia o congruencia interna ya que de cierta forma, en cualquiera de las esferas de nuestra vida; ya sea en el trabajo, en actividades sociales o en el plano personal no hay que olvidar que siempre estamos comunicando algo, independiente la situación o entorno.
Se habla que sólo 5 segundos bastan para poder hacernos una impresión sobre alguien, y esta afirmación, por más superficial que parezca, es absolutamente cierta. Tras una conversación o una charla más extendida por supuesto uno puede conocer quien tiene al frente y confirmar o dejar de lado, ciertos prejuicios o creencias que nos causó la “primera impresión”. De ahí que sea absolutamente importante tomar conciencia de esto y tomar ventaja de estos primeros segundos.
Podría nombrar una larga lista de acciones o tips para llevar a cabo con mis clientes, no obstante considero que hay algunas claves que debemos tener en cuenta siempre y que por supuesto aplican para todo.
Una de ellas que considero fundamental es el contacto visual. Cuando estés con alguien y sobre todo si la conversación es “uno a uno” el contacto visual cobra gran importancia. Con esto me refiero a mirar a los ojos y no a los cuadros de la habitación, los autos que pasan por la calle, las otras personas o las notificaciones en el celular. Todo lo anterior no sólo indica falta de interés, sino también de respeto, por tanto centremos la atención en la persona que estamos hablando y no en los objetos o el entorno.
Asimismo la postura es otro de los aspectos relevantes que no debemos pasar por alto. Ya sea que estemos parados, sentados o caminando, una buena postura no sólo nos hará lucir y vernos mejor, sino que lo que se proyecta lo es aún más poderoso; autoconfianza, seguridad y credibilidad.
Otro punto importante es ser consciente del mensaje que quieres transmitir. Y aquí una muy buena técnica que siempre enseño a mis clientes es que al conocer a alguien se pregunten a sí mismos qué es lo que quieren que la otra persona se “lleve” de ellos. Es decir, qué impresión quiero causar o qué mensaje quiero transmitir. Una vez tengas la respuesta, entonces tu lenguaje y comportamiento debieran estar alineados a ese mensaje.
Finalmente, tómate algunos minutos antes de salir de casa por las mañanas. Con esto me refiero a arreglarse y preocuparse lo que uno llevará puesto. No se trata de pasar horas o mucho tiempo en “producirse”, sino en prestar atención a lo más relevante: Pelo, uñas, dientes, cara y vestuario. Todo debiera estar en armonía.
No olvidemos nunca, que todo comportamiento es una forma de comunicación y que es imposible no comunicar. Actividad o inactividad, palabras o silencio, siempre influyen sobre los demás con valor de mensaje y por supuesto el resto responde sobre éste.