Revista Mujer: Conversando acerca de los códigos de vestuario.

No están escritas ni son oficiales. Son reglas adoptadas socialmente que especifican la manera en que uno debe vestirse para determinadas situaciones. En plena época de eventos, matrimonios, cócteles y reuniones, invitamos a la asesora de imagen y creadora del sitio Effortless Chic María Paz Blanco, a que nos guíe y muestre cada ‘dress code’ para no fallar.

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Casual

Este es el look ‘everyday’, es decir, para todos los días, entendiendo que no es el trabajo sino un contexto informal, de fin de semana, cuando no hay ningún compromiso que requiera de un vestuario especial. “Dado que es tan libre, entran muchas cosas”, dice María Paz. Y enumera: “Los jeans, en todas sus versiones, son clave en este look. También los shorts, las poleras (de pabilos o camisetas), los vestidos informales, los leggins de algodón. Como tela, el algodón, el lino y el tencel funcionan perfectos. En zapatos, el número uno son las zapatillas, también las ballerinas, los botines; en el fondo, zapatos que no tengan mucho taco y que sean bien cómodos”. Donde hay que tener ojo es en la ropa deportiva o ‘playera’. “Casual es cómodo, pero no por eso vamos a andar con tenida deportiva o con chalitas tipo ‘condorito’; esos son otros contextos”, sentencia.

Smart casual

Este es el ‘look casual’ de oficina. Si bien privilegia la comodidad, hay un giro, porque la situación es distinta, se enmarca en un plano laboral. “Podríamos decir que es una transición entre lo casual y el business. Aquí igual se transmite seriedad, aunque flexible, algo que queda muy bien en el mundo corporativo, mucho más quizás que el traje rígido de business”, explica María Paz. Por ejemplo, se puede llevar jeans, pero hay que tratar de que no tengan hoyos, tachas, aplicaciones, o que estén desgastados. “Es importante entender que hay que mantener una apariencia profesional”, recuerda la experta en moda. Los blazer son la prenda clave. Los jeans en color azul oxford o negro son una excelente alternativa. Los vestidos también están permitidos, pero hay que cuidar los largos y los escotes: sobrios y más recatados, no muy ceñidos ni provocadores, siempre entendiendo que es un look laboral. Las blusas son un complemento perfecto. El algodón también está permitido pero acompañado de un blazer, por ejemplo. En cuanto al calzado, el taco es bienvenido; “dará un toque más ‘business’”, dice María Paz. Las botas o botines con taco también son ideales (eso sí los con tachas o flecos funcionan mejor con el look casual, cree María Paz). En esta propuesta se puede incorporar un maquillaje, pero sutil.

Business

Como dice su nombre, este ‘dress code’ se enmarca en el mundo corporativo, en el de los negocios, especialmente abogados, área financiera, gubernamentales, etc. Es el vestuario que se asocia a la ‘vieja escuela’, a la ropa más formal para ir a trabajar, o a los cargos más altos. “Es superimportante entender que en este look cobra mucha importancia lo que la mujer quiere transmitir, ya sea liderazgo, flexibilidad, creatividad, etc.”, explica María Paz. Por lo tanto, el vestuario debe ir en pos de esos objetivos profesionales. Aquí entran el traje de sastre o ‘tailored dresses’. Es importante que el pantalón sea recto (que cubra la bota o el zapato), o bien un pantalón de corte ‘slim fit’, es decir que termine un poco más angosto en los tobillos, pero por ningún motivo un pitillo. “Aquí son telas, jamás un jeans, ni por muy negro que sea. Tampoco el lino ni el algodón. La materialidad sí importa”, agrega María Paz. En zapatos, los tacos sí o sí, las ballerinas también están permitidas siempre y cuando tengan una cierta formalidad. No es recomendable mostrar mucho pie, por lo tanto las sandalias, por muy elegantes que sean, no son un buen complemento para este look. En este look el maquillaje es un complemento, aunque siempre es bueno preferir algo más recatado, al igual que los accesorios, nada muy llamativo.

Semiformal

Este es un look más festivo, de cócteles, fiestas o matrimonios. “Aquí se puede jugar con escotes y largos, no es necesario ser tan recatados porque es un ambiente festivo, estamos celebrando”, dice María Paz. Las lentejuelas, los flecos, las transparencias, los brillos, la seda, el satén, son bienvenidos. El clásico ‘little black dress’ también. Se puede jugar harto con los accesorios y complementar con el maquillaje. También se pueden armar conjuntos, como en la foto, con pantalones más slim y sandalias ‘nude’ o desnudas. El maquillaje ya no tiene por qué ser tan natural, puede ser más vistoso, al igual que los accesorios. Y en zapatos, siempre tacos.

semiformal

Black tie

Este es el ‘dress code’ más formal de todos. “Ya no es un look casual, esto es un look producido y muy elegante”, dice María Paz. El vestido largo es el must, es la prenda más segura y elegante, junto con los tacos. “El vestido corto aquí no. Quizás un vestido que llegue a la pantorrilla podría ser, pero nuevamente cuidando que sea muy elegante”, agrega la asesora de imagen. Es muy importante entender el contexto para definir la vestimenta, porque puede ser una invitación ‘black tie’ para una comida en una embajada o una invitación a una gala. “Obviamente la gala es más ‘teatral’, son vestidos más para lucir que para vivir. Por lo tanto ahí sí se puede jugar más con un escote, no así quizás en una embajada”, explica María Paz. Lo importante de este look es que algo tiene que llamar la atención, puede ser el vestido o unos accesorios, o un peinado y maquillaje más llamativos, pero hay que elegir lo que se quiere destacar. “Siempre hay que compensar; no es todo, porque al final eso se ve recargado y se pierde la elegancia, y esta se da a través del equilibrio del look”, dice la experta. Lo prohibido: las carteras bandoleras o las que se cuelgan en el brazo. “Este look siempre va acompañado de un clutch o sobre, una cartera de mano. Y en término de pelo, puede verse casual, pero pulido, o sea no es el ‘messy hair’, es un casual pero trabajado, donde se note una producción.

black-tie

Alejandra Villalobos