Reflexiones: “Lo que otras personas piensen de ti es su realidad, no la tuya”

Hoy quiero compartirles una interesante reflexión de sólo 3 minutos que nos sensibiliza a ser más empáticos ante la realidad y la vida de otros, para retomar el “volver a hablar de nosotros mismos” y no de los demás. Una práctica muy común y que cada vez más deberíamos empezar a cuestionar en nuestros círculos o conversaciones.

 

 

Hoy es tan cotidiano escuchar al resto hablar de otras personas que ni siquiera conocen, con total liviandad y emitiendo juicios casi como si fueran verdades absolutas. Incluso me atrevo a decir que todos sin excepción hemos caído alguna vez en esta mala práctica alguna vez en nuestra vida.

Lo importante aquí es ser consciente de que lo anterior no está bien y por supuesto no volver a hacerlo.

De lo contrario poco sirve reconocer nuestros errores o malas acciones si no tenemos la intención y voluntad de corregirlas.

 

Una visión que me gusta mucho sobre este tema es el del “Reflejo de la Propia Carencia” o dicho de otra forma, lo que otras personas piensen de ti es su realidad, no la tuya. 

Ellos saben tu nombre, pero no tu historia, no han vivido en tu piel, ni han calzado tus zapatos. Lo único que los demás saben de ti es lo que tú les has contado, mostrado o lo que han podido intuir, pero

Con frecuencia nos cuesta entendernos incluso a nosotros mismos y paradójicamente nos aventuramos de valientes a descifrar el código del sentir ajeno. No se puede tener ningún tipo de certeza de lo que otros sienten. De la misma forma, no podemos saber lo que han vivido y lo que han aprendido o no.

Por lo tanto, no deberíamos darle importancia a lo que los demás dicen de nosotros, pues sus palabras obedecen a una realidad que su mente ha creado con el afán de querer tener la sensación de que podemos conocerlo todo y a su vez tener una opinión ante cualquier hecho o circunstancia.

La crítica no constructiva lleva consigo gran pobreza emocional en el mundo interno de quien la realiza.

Las personas más infelices en este mundo son las personas que se preocupan demasiado por lo que piensen los demás. No te olvides nunca de eso. Cuando uno empieza a vivir su vida en función de poner en disposición de los demás nuestros talentos y dones, más que nuestra hostilidad y crítica hacia el resto, todo se vuelve mejor. Es parte de las Leyes Universales.

De todas maneras esta bien recordar que los demás piensan sobre nosotros mucho menos de lo que creemos. Es decir, solemos sentirnos el centro de las miradas del resto de la gente cuando, en realidad, puede que lo que hagamos no sea relevante para muchos de los de nuestro alrededor. Quítate ese miedo, ya que es en gran parte producto de tu imaginación.

 

 

Finalmente, da igual lo que hagas y como lo hagas, siempre habrá alguien que lo malinterprete. Así que intenta vivir y actuar con naturalidad. Lo que tú haces porque lo sientes siempre será lo correcto y te permitirá llevar una vida auténtica y más plena.

No esperes que los demás comprendan tu viaje, especialmente si nunca han tenido que recorrer tu camino.

 

Un gran abrazo!

María Paz