Psicología: La importancia de convertirte en tu mejor amiga

 

¿Qué tan grande es la brecha entre lo que quieres ser y lo que hoy eres?

 

Ninguna es buena ni mala; ambas te ayudarán a distinguir la mejor ruta para llegar a tu mejor versión. Detrás de cómo te percibes y cómo se llevan tu imagen “real” y la ideal encontrarás un montón de respuestas y explicaciones a frustraciones y obstáculos y la manera de alcanzar mayor autenticidad.

 

“Tienes que ser tu propia mejor amiga. Si recuerdas eso, siempre tendrás a alguien contigo”.

 

La Imagen Ideal

  • Es una proyección de lo que quieres ser y todavía no has alcanzado.
  • Está vinculada a la montaña de deseos y sueños que hay en tu corazón y también a “lo que debes ser”. Como sabes muchas veces anteponemos los deseos a las verdaderas necesidades y esto puede ser una trampa.
  • ¿Y cómo se formó? Tiene origen en tu pasado, en la educación que has recibido, las expectativas de ti mismo sin cumplir, bien tuyas o de otras personas importantes para ti.
  • Es como si se hubiera registrado en un diario todo aquello que “deberías ser”; Muchas veces comenzó escribiendo tu familia y luego tú.
  • Con el paso del tiempo se convierte en una voz interna que te observa y cuando no se cumple lo esperado te avisa de si ejecutas los estándares previstos o no a través de tu guía o tu crítica interna.
  • Cuando no tienes referentes y anhelas el éxito personal tiendes a buscarla fuera copiando comportamientos que consideras exitosos para ser “encajar”, ser “reconocida” o simplemente acertar en la forma de vestir. También es posible que hayas “creado” una imagen ideal de la nada y la hayas inventado para evadirte de heridas emocionales sin resolver.

 

La Imagen Real

  • Representa lo que eres hoy con tus imperfecciones y virtudes. Puedes lucir espléndida o quizá algún aspecto positivo o negativo esté tapado por la Imagen Ideal que te impide mostrarte auténtico.
  • Está vinculada al presente, al aquí y al ahora y es la fuente como su propio nombre indica para “hacerte realidad”.
  • Lo que eres, tal y como eres tiene la capacidad de acción, cambio personal y movilización de recursos para alcanzar tus sueños. Por eso la imagen real necesita de la ideal para crecer (que puedes ajustar).
  • Te avisa de la distancia que hay de dónde estás a dónde quieres llegar, la capacidad que tienes de aceptarte incondicionalmente y posee la fuerza de la autenticidad.
  • Hacerla visible para ti, separar lo que eres de lo que quieres ser y reconocer fielmente tus posibilidades, aporta realismo y provoca que tus objetivos sean más alcanzables que lejanos.
  • Si a tu Imagen Real le habla tu guía interno, todo lo que venga por delante será más fácil, entusiasmante y posible. Si le habla el crítico, tenderás a taparla y se hará más pequeña y poco valorada.
  • Tendencia a ocultarla, camuflarla bajo la imagen externa. No hay esfuerzo aunque sí requiere de valentía para dejarla ver.
  • Reconocerla crea en ti fortaleza, singularidad, transparencia y aumenta la autoestima cuando la respetas y valoras lo que eres.
  • Estar en la Imagen Real es la posibilidad de crecer estirándola a una Imagen Ideal más cercana y alcanzable.
  • La forma de expresión individual de la Imagen Real genera en ti tu Estilo Potenciador, el que sí quiere crecer sin límites.

¿Cómo acercar la Imagen Real a la Ideal?

 

1.   Es más fácil cambiar lo que te pones que lo que piensas:

  • Por eso haz una revisión primero del concepto que tienes de ti antes de que surja la tentación de disfrazarte.
  • Dale valor a tu Imagen Real y permite que sus cualidades e imperfecciones se expresen. Sólo así podrás cambiar lo que no te gusta de ti, aceptando que esas “cosas” existen y entonces podrás empezar a moverte hacia el siguiente nivel de bienestar.
  • Lo que te muestras a ti misma tiene posibilidad de cambio.

 

2.   La Imagen Ideal no es mala:

  • Revisa que no haya mucha distancia entre lo que deseas y necesitas para vivir la vida de forma más armónica es una opción muy saludable y motivante.

 

3.   Consigue que te vista tu guía interno más que tu crítico:

  • La diferencia está en que en la primera opción sentirás inspiración y en la segunda seguirás siempre viendo el vaso vacío.

 

4.   Reescribe lo que quieres que sea distinto en tu diario de vida:

  • Si quieres que tu conciencia te avise que estás engordando dile que lo haga pero con una voz más suave. Finalmente tú decides qué comer y qué no.
  • Añade nuevas expectativas y pensamientos sobre ti, flexibilidad a la hora de examinarte y libertad de elección pese a lo escrito en él.

 

5.   En cuanto percibas frustración porque no consigues ser lo que quieres:

  • Paciencia. Hay que atravesar el dolor para dejarlo ir.
  • Crecer es precioso, pero requiere coraje y valentía.
  • Es más fácil proyectar una imagen sana y brillante si eres benévola contigo misma.

 

6.   Negocia contigo si tus defectos o imperfecciones son tan tremendos:

  • En realidad son la puerta de salida a aceptarte y entonces sí atraerás a tu vida autenticidad y libertad.
  • Merece la pena dedicarle energía y foco.

 

7.   Sé flexible con los “resultados negativos”:

  • Son sólo eso: resultados y como tal pueden revertirse.

 

8.   Dibuja en un papel tu Imagen Real y tu Imagen Ideal con un espacio en medio:

  • Asocia adjetivos, motivaciones y necesidades a cada una.
  • Cuando lo tengas hecho crea una tercera imagen en medio y pregúntate:
    • ¿Cómo es?
    • ¿Qué fortalezas tiene?
    • ¿Cómo ha llegado hasta ahí?
    • ¿Cuáles son los siguientes pasos?
  • Verás la relajación y liberación que sientes.
  • Sólo haciendo esto, ya te has hecho la brecha más estrecha. Ahora ya estás más cerca de lo que quieres conseguir, has acortado la distancia y sabes cómo volver hacer para continuar mejorando a tu ritmo.

 

9.   Experimenta el diseño de tu Nueva Imagen Real:

  • Por dentro: en cómo te hablas a ti misma.
  • Por fuera: expresando un Estilo coherente con tu momento actual y tus descubrimientos.
  • Rompe los mitos: No alcanzaras la felicidad una vez que tengas la imagen ideal. Realmente la alcanzaras cuando sientas que disfrutas siendo tú, con tus defectos y virtudes, pero “siendo la mejor amiga de ti misma”