El auto cuidado inició como un espacio de aceptación y apoyo para las mujeres pero en el último tiempo pareciera ser que ha derivado más bien en la industria del self-care y un gran negocio que mueve millones. Y es que el concepto se ha desvirtuado. Lo que comenzó como una iniciativa de cuidado para quienes habían postergado el bienestar personal poniendo por delante el de otros hoy es una industria que ejerce una gran presión sobre mujeres que sienten que deben dedicarle horas al cuidado de su cuerpo, su mente y su estado emocional con prácticas, rutinas y productos.
Como mujeres muchas hemos crecido condicionadas a entender que una de los roles más importantes que debemos cumplir es el de cuidar. Pero pocas veces ese rol se asocia al cuidado propio. Y el concepto de self care apela a no olvidar ese importante aspecto: el auto cuidado. Sin embargo, cuidar de uno mismo no implica tener que poner la mirada en el exterior y buscar afuera de cosas que nos hagan falta para cuidar de nosotras mismas, completarnos o repararnos.
El autocuidado no es algo que se compra ni que existe fuera de nosotras. Es más bien una forma de existir o de relacionarnos con nosotras mismas.
La industria del self-care explota una premisa que se nos ha inculcado a muchas mujeres y tiene que ver con la idea de que algo nos falta. De que debemos buscar afuera aquello que nos hará sentir completas. Y en esos productos y tratamientos está la respuesta. Las mujeres que se preocupan de sí mismas, se dan el tiempo e invierten los recursos en comprar la última tecnología de vanguardia para entregarse a sí mismas ese tan ansiado y merecido autocuidado.
Sin embargo, solo terminamos cayendo víctimas de un espiral que nunca acaba. Porque ningún ritual, práctica de relajación ni producto de belleza es realmente vivir en self-care. Cuidarnos es, en el fondo, algo completamente opuesto. Se trata de reducir la presión y de aprender a reconocer lo que cada una necesita en cada momento. Quizás esta semana es levantarse más tarde y no a las 5 am para hacer ejercicio antes de comenzar la jornada. O puede ser que sí tengas la energía y las ganas de hacerlo. Quizás en estas fiestas te haga falta salirte un poco de la rutina de alimentación y disfrutar de las galletas de navidad y del pan de pascua. Quizás necesitas acostarte más temprano. Para cada quien el autocuidado es algo diferente y lo que sí sabemos es que no es una práctica estándar ni un eslogan comercial.
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