Aumento de sueldo… Cuándo y cómo? Todo lo que necesitas saber, aquí!

Mis 7 claves para pedir un aumento de sueldo de manera correcta

 

Me atrevo a decir que esta es una de la preguntas más recurrentes de muchas de mis clientas en sesiones de coaching ejecutivo  y que también me tocó vivir personalmente cuando trabajaba en el mundo corporativo como gerente de desarrollo y talento. Y la verdad es que está muy alejada a ser una pregunta tabú o “fuera de lugar” como muchos podrían creer, de hecho es una interrogante súper sensata que estoy segura que más de alguna vez – para todas aquellas que trabajan – se les ha pasado por la cabeza… Es que negociar un aumento de sueldo está muy relacionado con nuestra propia valía; es decir cada una sabe lo que vale y por supuesto todas queremos saber que la empresa nos valora lo suficiente.

Lo importante es tener en cuenta que la pregunta en sí no es buena ni mala, sino el problema apunta que muchas veces no se plantea de la manera correcta, se hace en algún momento poco adecuado o no estamos tan seguras de nuestras habilidades interpersonales, y hablar de dinero, puede ser algo que no nos acomode y lamentablemente se evidencie.

Hay varios tips y consejos para lograr esto y de hecho puede ser una larga conversación. No obstante aquí quiero mencionarles mis 7 consejos – más útiles – para que puedan manejar de la mejor manera la “petición” de aumento de sueldo. Y no olvides… Si quieres solicitar un aumento de sueldo es muy importante que proyectes confianza, tengas metas altas y tratar de cuantificar tu valor en la empresa, siempre.

 

 

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1. Aumento de Responsabilidades:

La mejor ocasión por lejos para pedir o negociar un aumento de sueldo es cuando somos promovidas a un cargo superior o bien puede ser un “movimiento lateral” que implique mayores responsabilidades. Incluso podemos seguir en nuestro mismo puesto, pero nos han agregado nuevas responsabilidades lo que implica un esfuerzo y dedicación extra significativo. Todas estas instancias pueden dar pie a querer hablar de dinero y es un contexto favorable dado el aumento de las tareas lo cual es una petición sensata y razonable.

No hay nada peor que no tener los motivos claros por el cual queremos el aumento o bien lo llevamos a un plano muy subjetivo, como por ejemplo decir que “yo valgo más”, lo cual carece de objetividad desde el punto de vista laboral. Un aumento de responsabilidades es un motivo objetivo y claro.

 

2. Averigua objetivamente si estás siendo bien o mal pagada:

Es súper importante ver a nivel mercado cuánto están pagando por un cargo como el mío, considerando también mi nivel de experiencia y estudios académicos. Estos 3 factores son claves de considerar (experiencia, estudios, posición o cargo) La clave es buscar y encontrar buenos ejemplos de trabajos similares dentro y fuera de la compañía. Averigua cuánto están ganando personas con tus mismas características  y aptitudes y  compáralo con tu propio salario.

A su vez considerar dentro de la ecuación no sólo el sueldo final, sino los beneficios, que muchas veces no se reflejan en dinero, pero sí son significativos a la hora de medir nuestro bienestar laboral. Por ejemplo, salir los días viernes más temprano o el seguro complementario de salud.

¿Tu salario está por debajo de otros en posiciones similares dentro de la empresa? ¿o dentro de la industria (fuera de la empresa)? ¿No has recibido un aumento en varios años? ¿Tu carga de trabajo ha aumentado considerablemente en el último año? Son cosas que siempre te debes preguntar…

Cuando tenemos bien claro el escenario, nos permitirá ser más objetivos a la hora de saber si nuestro sueldo es realmente más bajo o alto a nivel del mercado y por lo mismo saber bien qué terreno estamos “pisando”. Recuerda que la objetividad y los hechos certeros son aquí la clave para que tus argumentos tengan más peso.

 

3. Cultura Organizacional: 

Es importante tener siempre en mente la cultura de nuestra empresa. Hay organizaciones en las cuales pedir aumentos de sueldos es algo muy normal, no obstante hay otras en las cuales nunca se menciona. Averigua con tus amigos o colegas de confianza y también con el departamento de Recursos Humanos sobre la Política de Remuneraciones quienes te podrán brindar toda la información al respecto.

Las empresas multinacionales tienen un modo de operar muy distinto a las empresas más pequeñas o locales. Esto es porque los sueldos generalmente van enmarcados en “estructuras salariales” que se fijan de acuerdo a cada posición de la empresa y que son inamovibles. La única ventaja es que existen rangos en estas estructuras (bandas salariales), ese decir no se trata de un valor absoluto, sino que nuestro sueldo tiene un cierto margen y de ahí surge el término “comparatio” (compa – ratio) que refiere a nuestra posición dentro de esta banda y ese el punto que podríamos eventualmente negociar.

 

4. Prepara bien tu reunión:

Pedir un aumento de sueldo debe ser enfocado como una entrevista de trabajo. Con esto me refiero a que prepararte; por supuesto tienes que saber bien qué vas a decir, qué podrías contestar a ciertas preguntas más difíciles, ser flexible pero no ingenua y, sobre todo, no molestarte si las cosas no salen como querías. En este plano la emocionalidad hay que dejarla de lado.

Un excelente ejercicio antes de hablar con nuestro jefe es tener muy claras las razones y nuestros argumentos de porqué estamos solicitando un aumento de sueldo. Una excelente técnica que sirve mucho es escribir una nota sobre las razones, aportaciones e intenciones, antes de tener una entrevista con el jefe. Esto te servirá para aclarar las ideas, poder exponerlas con orden y no olvidar ningún punto importante. No olvides incluir tus logros, plan de carrera o ambiciones para tu área y la empresa.

Lo importante es que al tener la conversación sepas ser flexible e ir acomodando los puntos de acuerdo a cómo se dan los temas y que no sea muy evidente que tienes un “punteo” mental ya que te restará profesionalismo y puede asociarse a conductas más junior. 

Prepara tu reunión. Mientras más preparado estés más seguro estarás y sin duda esto te permitirá ser más asertiva y bloquear con mayor éxito las objeciones. Aquí la inteligencia emocional y tu poder de negociación serán relevantes. Para esto conocer bien a tu contraparte, te servirá de mucho. Práctica en voz alta (role playing) y trata de asesorarte con gente que tenga más experiencia en este tema. Recuerda que tus gestos van a enviar el primer mensaje. El lenguaje corporal supone el 55% del peso de la comunicación. Cuando hablamos, es el cuerpo el que, involuntariamente, dice más de nosotros. Siéntate con la espalda recta, no retuerzas las manos y tratar de mantener el máximo contacto visual posible.

 

5. Atención con el “cuándo”:

Por otro lado, una vez que has decidido que vas a pedir el aumento de sueldo, es vital elegir el momento más adecuado para solicitar el incremento de salario.  Ten siempre en cuenta el período del año en el que te encuentras, porque no todos los meses son iguales para la empresa. Averigua por ejemplo cuándo se cierran los presupuestos anuales, que suele ser a final del periodo anterior, porque suele ser el mejor momento para demandar el aumento, de otra forma podrías quedar fuera.

A su vez muchas de las empresas vinculan los reajustes de sueldo con el ciclo de evaluación del desempeño. Eso significa que por lo general es más difícil obtener un aumento de sueldo en otros momentos del año y que debes utilizar esta instancia para hacer la solicitud.

Asimismo si sabes que los resultados de la Compañía no están atravesando por los mejores momentos, lo más indicado es esperar hasta que se revierta esta situación. No hay nada más desacertado que pedir dinero cuando no hay o la empresa está enfrentando momentos duros.

Finalmente no olvides elegir un buen día de la semana. Evita los días que suelen ser ocupados para los gerentes, como los lunes, y opta por un día, que generalmente es menos estresante, como los viernes (no cercano al horario de salida). Elija un día con la suficiente antelación para que pueda programar la reunión para un momento en que su jefe no tenga planeado asistir a reuniones consecutivas, por tanto recuerda hacer la cita previa o invitación por mail.

 

6. No hay aumento de responsabilidades, pero sí de logros:

Puede que las responsabilidades no hayan variado, pero los logros conseguidos con tu trabajo han generado beneficios para la empresa de cualquier forma, ya sea con la atracción de más clientes, con la venta de más productos, con la apertura de nuevos mercados, con la reducción de tiempos, material, etc.

Si es así, aquí tienes una muy buena razón, pero importante, tiene que estar bien argumentada y demostrada ya que perfectamente podrían contra-argumentarnos que “nos pagan por hacer  bien nuestro trabajo” y los logros son parte de esto. Busca la forma de cuantificar el rendimiento para demostrar que tienes una trayectoria continua de logros superiores a la media y que tus contribuciones en el trabajo justifican un mayor pago.

Recuerda al negociar que no todo es dinero. Si la  empresa argumenta que no tiene el suficiente dinero como para aumentarte el sueldo, igual puedes conseguir otro tipo de compensación: cursos de perfeccionamiento, una promoción interna sin sueldo, unas vacaciones o flexibilidad de horario son alternativas que no deben dejarse de lado. En definitiva, recuerda que más que dinero, lo que buscas es un justo reconocimiento a un trabajo bien hecho.

 

7. Y si la respuesta es no!?

Primero que todo no eres ni la primera, ni la última a quien le hayan negado un aumento de sueldo. La obtención de un aumento de sueldo depende mucho de la preparación, estrategia y el momento oportuno, pero a veces hay cosas que no podemos predecir.  No está de más que preguntes las causas del porqué así podrás tenerlas en cuenta para la siguiente ocasión, y valorar si te suenan a mentira o son reales. En este caso, conocer de nuevo la cultura y situación de la empresa siempre ayudará.

En cualquier caso, piensa que el que tu jefe sepa que quieres un aumento de sueldo, que has pedido algo razonable y que, además, lo has expuesto de manera diáfana y bien argumentado, incluso con pruebas, solo puede ser beneficioso y, seguramente, te tenga en cuenta para la próxima revisión. Es más: si la razón para negarte el aumento es tu trabajo, pregúntale qué debes hacer para conseguirlo. Si lo haces, la próxima vez tendrá un argumento menos para decirte que no.

Amenazar con la salida de la empresa para ir a otra y jugar con contraofertas, mostrarse molesta o descontenta es absolutamente perjudicial. Mantén a la raya las emociones y profesionalismo ante todo!

 

 

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