5 Hábitos que pueden transformar hoy tu vida

Si hay algo que me apasiona en esta vida es poder contribuir con un pequeño espacio para el encuentro personal, ya sea a través de mi trabajo diario como Coach de Imagen y también aquí en Effortless Chic donde miles de lectores ven un punto de unión y comunión entre nuestra vida interna y lo que proyectamos.

La lectura es uno de esas “buenas costumbres” que me propuse retomar este 2018. Por diversos motivos dejé el año pasado este pasatiempo que me hace tremendamente feliz y que actualmente desde Enero – en mis propósitos para este 2018 – decidí retomarla ya que es una actividad que me enriquece y me provoca mucho bienestar.

Hoy quiero compartir con ustedes 5 enseñanzas del libro “La Filosofía Zen” que vale la pena detenerse a leer y sobre todo poner en práctica en nuestras vidas. Les aseguro que si las llevan a cabo y convierten en hábitos tendrán una vida más plena.

 

1. Evitar la “Multitarea”

Pareciera que ser vista como una virtud, sobre todo para nosotras las mujeres, pero la verdad dista mucho de serlo.

En la vida actual y en el mundo occidental muchos de nosotros nos hemos acostumbrado a dejarnos arrastrar por la realización de varias tareas a la vez. Y hace tiempo que la ciencia ha demostrado que nuestro cerebro es incapaz de funcionar con destreza en el modo multitarea.

Por ejemplo si nos centramos demasiado en una tarea visual, se reduce la conciencia de los estímulos relacionados con otros sentidos… ¿No te ha pasado? De ahí la importancia que al conducir nos enfoquemos sólo en esto y dejemos de lado distracciones como el celular.

Responde a esta pregunta, ¿Te sientes identificado con alguno de estos comportamientos?

• Comer mirando el teléfono.

• Ver la televisión respondiendo mensajes.

• Hablar con un compañero en el trabajo mientras contestamos un email.

• Preparar la comida mientras ayudamos a nuestro hijo con alguna tarea.

Esta claro que la llegada a nuestras vidas de la tecnología actual nos ha complicado mucho las cosas. Y los teléfonos móviles se han convertido en los demonios de nuestra paz interna.

Multitud de notificaciones que no nos permiten centrarnos en nada de lo que estamos realizando. Estos artefactos tienen la prioridad en nuestra vida. Y nosotros lo permitimos. Yo por ejemplo utilizo mucho la función “modo avión” para desconectarme al 100% de estos aparatos y todo lo que conlleva.

Estar a varias cosas a la vez no nos permite disfrutar de esos momentos que nos merecemos en paz y tranquilidad y tampoco nos ayuda a mejorar nuestro rendimientos en otras actividades que requieren toda nuestra atención. La multitarea nos impide centrarnos y se refleja en una gran pérdida de eficiencia cognitiva y relacional.

Un proverbio Zen dice:

Cuando camines, camina. Cuando comas, come –

Si jugamos con nuestro hijo, hagámoslo para que sea un momento memorable, de calidad, sin interferencias. Si comemos, disfrutemos de cada sabor, de cada textura, de cada color y no lo perjudiquemos con interferencias de otro tipo. Y si hablamos con alguien prestemos toda nuestra atención a esa persona, ya nos tocará a nosotros hablar después.

Debemos estar completamente presentes en todo lo que hagamos. Será un gran paso para alcanzar una vida más plena.

 

 

2. No pases a una tarea nueva hasta que no hayas terminado la que estás haciendo

Aplicando el primero de los hábitos zen, hagamos una única actividad a la vez concentrando toda nuestra atención a ella y después no pasemos a una tarea nueva hasta que hayamos finalizado la que estamos realizando.

Funcionar de esta manera nos irá conduciendo a una auténtica paz interior.

Gran parte del estrés que la gente siente no proviene de tener demasiado que hacer. Proviene de no terminar lo que empezaron.  David Allen

 

3. Reduce tu nivel de actividad

Ya sabemos como tenemos que funcionar con los dos primeros hábitos zen: en modo “única tarea” y finalizándola por encima de todo. Esto nos aliviará mucho, apartando el estrés de nuestra cabeza.

No se trata de que no hagamos nada. Vamos a hacer cosas, pero no todo el tiempo. De esta forma, el desempeño en la realización de las cosas que hagamos será mayor.

Quizás podemos ver todas las tareas que hacemos a diario y prescindir de algunas. Seguro que el mundo no se acaba!!!

Reducir nuestra actividad incrementará nuestro nivel de paz interior y seremos más eficientes en aquello que nos dediquemos a realizar.

 

4. Elimina lo innecesario de tu vida

Este es uno de mis consejos favoritos y efectivamente son increíbles las ventajas que conlleva. El ser humano es capaz de tomar decisiones de una manera inteligente. O al menos eso se supone. Saber discernir entre lo importante y lo accesorio es fundamental para vivir una vida plena.

Por eso es muy interesante que lo hagamos con la mochila vital más ligera que tengamos.

Recuerda que vinimos a esta vida sin nada y nos iremos sin nada, pero nos pasamos la vida acumulando cosas. ¿Cual es el motivo? ¿No es una contradicción?

Hay que definir que es lo importante en nuestra vida, tanto en cuanto a los objetos que nos rodean, nuestro vestuario, como a los pensamientos, ideas, recuerdos y obligaciones que tenemos en nuestra cabeza. Quizás lo que sea importante para mi no lo será para ti.

 

 

5. Vive el momento de forma sencilla

Este momento que tienes, justo aquí y ahora es el único momento que tienes absolutamente garantizado. Es la vida en si misma.

Libérate de aquello que no sea necesario o esencial. Para cada uno, esto será diferente, familia, lectura, ejercicio o lo amigos pueden ser algo esencial en tu vida. Decide que es lo más importante para ti y hazle espacio en tu vida eliminando lo que no sea fundamental. Rodéate de gente que te quiera, acércate más a los niños – ellos son nuestros maestros, nos hacen despertar la capacidad de asombro, la ternura y el amor por las cosas simples. No necesitamos tanto.

Eckhart Tolle es un gran referente a nivel mundial del aquí y ahora. Quizás sus lecturas te ayuden a encontrar apoyo en este tema.

Espero que estos 5 hábitos inspirados en la Filosofía Zen te ayuden a organizar mejor tu tiempo, tu vida y tu felicidad.

Un beso, María Paz.