Preguntas Frecuentes

¿Cuáles son los principales beneficios de una buena asesoría?

Dada mi profesión y vocación como Psicóloga, sin duda los beneficios de una buena asesoría van mucho más allá de las simples apariencias. Por ejemplo cuando te sientes cómoda con alguna tenida o utilizas la ropa y colores que encajan con tu personalidad y tu tipología de cuerpo, inevitablemente te sientes más segura y tu actitud cambia. Y esa sensación de bienestar y de confianza conlleva a que nos sintamos bien con nosotros mismas, y a su vez, a que proyectemos estas emociones positivas hacía los otros, en cada una de nuestras interacciones y relaciones.

Es tan sencillo como lo siguiente: Luzco bien, por consecuencia siento que me veo bien y como resultado me siento bien. Aunque la imagen que tenemos de nosotros mismos está dada también por otras variables más allá de la corporal (está la esfera social, psíquica y comportamental) el cómo nos vestimos tiene una gran influencia y determinación en cómo nos paramos y nuestra actitud ante los desafíos de la vida. La confianza y una actitud positiva son sin duda los mejores complementos de cualquier look, ¡siempre!

Una asesoría correcta, ¿tiene que ver con las tendencias o con el perfil de cada mujer? ¿Por qué?

Una asesoría correcta es como hacerse un traje con un sastre, debe ser absolutamente personalizada y a la medida de cada cliente. Para ello es crucial antes conocer la personalidad, el estilo de vida, gustos y actividades para así entregar soluciones y alternativas de acuerdo a sus necesidades y expectativas.

Algunos acuden porque quieren “refrescar” su imagen y por supuesto hay que actualizar el look con algunas prendas o complementos que sean hoy “tendencia” y vayan de acuerdo a su estilo, no obstante al realizar cualquier asesoría siempre es clave conocer bien a tu cliente para así entregar soluciones customizadas de acuerdo a cada uno de ellos.

¿Cuál es (o debiese ser) la relación entre lo que somos y lo que proyectamos?

Por supuesto y como todo en la vida, debiese haber una congruencia y equilibrio entre ambas esferas, de lo contrario cuando hay disonancia, desarmonía o inconsistencia en alguna de ellas se traduce en conductas poco naturales o fingidas. Un ejemplo de ello es cuando mujeres ingenuamente buscan la elegancia en carteras o zapatos de diseñador y no se dan un cuenta que la elegancia es un tema de actitud ante la vida. U otro ejemplo – muy evidente – es cuando mujeres quieren vestirse, sin cuestionamientos, con todo lo que sea última tendencia y de moda para así sentirse “in”. No obstante el resultado es nefasto; No se sienten cómodas con ellas mismas, o en otras palabras se sienten disfrazadas. Para que lo anterior se dé de manera natural, tiene que haber una sinergia o algo así como un “match” único que provoca que uno se sienta bien y eso se da sólo al usar las prendas, colores y tendencias de acuerdo a tu estilo personal y de vida.

Hoy la mujer juega múltiples roles; Somos mamás, ejecutivas, profesionales, amigas, empresarias, esposas, deportistas, hijas y muchas cosas más! y a simple vista podríamos pensar que se deben proyectar distintas cosas en cada rol, no obstante creo que la gracia y el desafío es buscar un punto en común que sea transversal a todo lo que hacemos y que en definitiva se traduce en la esencia de cada persona.

Finalmente, lo interesante de todo esto es que absolutamente todas tenemos el poder de convertirnos en quien queremos ser, más allá de nuestro rol, profesión o quehacer que nos defina. Y en este punto la imagen personal juega un rol clave, ya que el vestuario nos ayuda a vernos de la forma en que queremos ser vistas y en cómo queremos percibirnos a nosotras mismas.

En tiempos en que las horas del día parecen escasas, ¿Por qué detenerse en un servicio como éste?

Para muchas mujeres la mañana, es decir la primera hora del día, es la peor ya que pueden desperdiciar mucho tiempo valioso frente a sus closets sin saber qué ponerse. Y lo que es peor, te vistes – ya que es una necesidad – no obstante no te sientes cómoda ni menos aún fabulosa con lo que estás usando. Lo anterior conlleva no sólo una pérdida de tiempo, sino que también es el comienzo de una relación viciosa con el tema del vestuario que se refleja en compras compulsivas, poco acertadas y un clóset repleto de ropa, donde a pesar de eso existe una sensación constante que no hay nada que ponerse.

Hoy, detenerse en un servicio de Asesoría de Imagen sólo conlleva beneficios; Ahorras tiempo, dinero, te vistes con prendas que son las adecuadas para ti y lo más importante; empiezas a proyectar la imagen que siempre has querido y comienzas a sentirte bien contigo misma.

¿Por qué consideras la imagen personal como una herramienta que potencia el desarrollo personal y profesional de una mujer?

El típico refrán “No existe una segunda oportunidad para causar una buena impresión”, sin duda donde adquiere mayor relevancia es en el trabajo. Por ejemplo, hoy tengo varias clientas, ejecutivas de empresas multinacionales en roles gerenciales que buscan a través de la asesoría transmitir los mensajes valorados en en mundo laboral; Profesionalismo, confianza, credibilidad, flexibilidad o seriedad, entre otras. El vestuario es sin duda la principal herramienta que permite reflejar esas cualidades y a la vez empodera a las mujeres en sus roles profesionales.

Desde lo personal, la imagen personal nos permite reencantarnos con nosotras mismas, es una herramienta que nos permite reinvertarnos y, porqué no decirlo, nos devuelve la confianza, que a veces está algo escondida por ahí y nos permite enfrentar la vida con una actitud más positiva.

Contratar una asesoría, ¿es una forma de hacernos cargo de nosotras? ¿Por qué?

Absolutamente. Contratar una Asesoría de Imagen es lo contrario a debilidad, inexperiencia o falta de gusto. Es tomar las riendas de nuestra vida en el sentido de querer sacar el mejor lado de nosotras, de permitirnos lucir espectaculares y decir “basta” a looks desafortunados o que no van de acuerdo a tu figura, tono de piel, que nos agregan innecesariamente años demás y no van de acuerdo a nuestro estilo y edad.

Una buena asesora de imagen es una consejera (coach), alguien que no te impone su estilo ni ciertas cosas, sino que te acompaña a través del coaching y autodescubrimiento a sacar a relucir lo mejor de ti.

Extracto entrevista Revista Mujer, La Tercera, Abril 2015.

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